08/12/1984 - Se suicida Mary Terán de Weiss

Estuvo entre las 10 mejores del mundo pero era criticada por usar pollera corta. Tras el golpe de septiembre del 55, se exilió en España: la prensa omitió sus triunfos. A la vuelta, los clubes argentinos le cerraron las puertas.

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Hija del bufetero y cuidador de las canchas del Rowing Club de Rosario, Terán de Weiss era vista de reojo en aquel ambiente elitista. Con su juego de fondo, llegó a ser la tenista argentina Nº 1 en 1941, lo que repitió en 1944, 1946, 1947, 1948 y 1952.

El golpe de Estado del 16 de septiembre de 1955 que derrocó a Perón cambió su vida, empezó a ser perseguida, ocultada y olvidada. Ella se encontraba jugando el Abierto de Alemania Occidental y los militares de la “Revolución Libertadora” llamaron a los organizadores para que se le prohibiera seguir en el torneo. “Adhiere al régimen depuesto”, dijeron. En Argentina, mientras, le confiscaban el departamento de Belgrano y el negocio de ropa deportiva. Se mantuvo en el exilio en España. A pesar de los pedidos de la AAT, intervenida por los militares, la Federación Internacional de Tenis le permitió jugar torneos por Europa. La prensa argentina omitía sus triunfos. Regresó en 1959, con Arturo Frondizi en la presidencia. El “ambiente” se tomó revancha. En el Belgrano Athletic, su club después del Rowing, el portero le negó el ingreso. La rechazaron en otros. Habilitada, no podía competir. En 1963, River la inscribió en su equipo. Los demás se negaron a jugar contra River

“Si a Evita no le perdonaban ser mujer –dijo Terán de Weiss, según cita la periodista Liliana Morelli en su libro Mujeres deportistas–, conmigo no iba a ser menos. Yo, además de peronista, era una mujer que había logrado destacarme mundialmente en un deporte que, acá, era exclusividad de una élite masculina y esas cosas en este país no se perdonan”.

Terán de Weiss aún molesta. Los diarios la criticaron porque usaba polleras cortas y vestidos modernos con transparencias de Teddy Tinling, el diseñador del tenis en el siglo XX. Porque usaba aros, reloj, cadenas y pulseras de oro. Porque su belleza enamoró a Perón después de que muriera Evita (cuentan que le propuso casamiento y ella lo rechazó). Porque como directora de los campos deportivos municipales de la Ciudad de Buenos Aires popularizó el tenis.
Primera top ten argentina –en 1950, los periodistas británicos encargados del ranking la ubicaron Nº 10–, Terán de Weiss jugó 1100 partidos internacionales (ganó 832 entre singles y dobles mixto y femenino) y ganó 28 títulos. Venció a las mejores de su época, menos a Althea Gibson, primera tenista negra en obtener Wimbledon, en 1957. El 8 de diciembre de 1984 se suicidó tirándose desde el séptimo piso de un edificio en Mar del Plata. Tenía 66 años. “Estaba cansada de sufrir tantas injusticias –dijo Alfredo Terán, su sobrino–. La llamaban por teléfono, la amenazaban, fue una lucha permanente.

El estadio ubicado en el parque Roca de Villa Soldati, Capital Federal, recibió en 2007 el nombre “Mary Terán de Weiss”.