Primera juntada por la reactivación de los trenes de pasajeros

Más de un centenar de vecinas y vecinos escucharon y se hicieron eco de la propuesta presentada por Valentina Pillón y Julieta Gurrea, estudiantes de Arquitectura de la Universidad Nacional de Rosario, y Mariana Monge Fabron, arquitecta y docente de la carrera.

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El domingo 3 de febrero se realizó, en la vereda de la ex Estación de Trenes Casilda y donde funciona actualmente el Complejo Cultural Municipal “Benito Quinquela Martín”, la primera juntada, horizontal y participativa, para reactivar los trenes de pasajeros. El objetivo es, mediante el apoyo de todos los habitantes interesados, generar la presión social suficiente para introducir el proyecto en la agenda socio-política, no sólo municipal y provincial, sino principalmente nacional, ya que estos terrenos ferroviarios pertenecen al Estado y se necesita su permiso para cualquier tipo de operación.

La actividad fue convocada por Valentina Pillón y Julieta Gurrea, estudiantes de Arquitectura de la Universidad Nacional de Rosario, y Mariana Monge Fabron, arquitecta y docente de la carrera, y contó con la presencia de más de un centenar de vecinas y vecinos, quienes escucharon y se hicieron eco de la propuesta presentada en la ocasión.

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CONSIDERACIONES DEL PROYECTO

Por Valentina Pillón, Julieta Gurrea y Mariana Monge Fabron.

Necesitamos generar un cambio de paradigma en la movilidad, entendiendo que el tren es el transporte popular más utilizado en las grandes ciudades del mundo, dejándolo de ver sólo como medio de transporte y entendiéndolo como un elemento de progreso, integración urbana e inclusión social. Darle importancia al transporte público masivo haciéndole frente a un sistema centrado en el automotor, el cual genera un mayor porcentaje de contaminación ambiental; congestiona ingresos y egresos de las ciudades y pueblos y retrasa los tiempos de viaje en horas pico.

También entendemos la necesidad urgente de empezar a tratar el tema de la seguridad vial con la importancia que conlleva. Desde el declive del sistema ferroviario en los años ‘90, se generó un aumento del automotor, que incrementó drásticamente la tasa de accidentes en nuestras rutas, sin poder pasar por alto las cicatrices que ha dejado la tragedia de Monticas.

URBANISMO Y SOCIEDAD

Adentrándonos en cuestiones urbanísticas, tenemos visto el “vacío de control” que se generó en las inmediaciones de los “surcos ferroviarios” por ausencia del Estado en las últimas décadas; impulsando, en la mayoría de los casos, una relación entre asentamientos marginales y terrenos ferroviarios. La puesta en marcha de los trenes de pasajeros rehabilitaría la estación de trenes de Casilda generando un nuevo uso de su entorno.

No debemos pensarlo solo desde la óptica de transporte, ya que poner una parada de trenes es estar poniendo personas en un lugar, activar un espacio público, generar situaciones donde las personas son los actores principales.

La reactivación de este equipamiento produciría actividades que demandarían nuevos espacios, servicios y comodidades en el sector; y estos cambios en la zona generarán una revalorización del suelo urbano, siendo parte de un proceso natural del mercado.

Poniendo en valor este nuevo nodo en la ciudad estaríamos trasladando parte de la centralidad que actualmente se da en la Terminal de Ómnibus y su entorno, acercándonos al barrio Nueva Roma, sector con más crecimiento de la ciudad, trabajando así la integración social.

Disponemos de la infraestructura y necesitamos ponerla a punto para así usar con mayor racionalidad los bienes que tenemos. Las vías están acá, no se van a ir y son nuestras.

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