Seguimos perdiendo suelo

A la hora de resolver el grave problema que afecta al principal recurso de la región, la acción individual ha demostrado no ser suficiente si faltan políticas públicas que se ocupen de la problemática de manera integral.

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Las importantes lluvias registradas hace unos días produjeron serios problemas erosivos. Sumado a la gran cantidad de agua caída, cuya intensidad (mm por unidad de tiempo) en algunas localidades superó los registros históricos, también contribuyó a agravar la situación el hecho de que más de un 20 % de la superficie fuera trabajada con discos o cultivadores, con el objetivo de controlar malezas en lotes destinados a la siembra de los cultivos de verano.

A fines de la década del 90, la siembra directa tuvo una enorme difusión, contribuyendo a disminuir los procesos de degradación y erosión de los suelos. Todo parecía indicar que se había tomado conciencia en la necesidad de una mayor conservación del recurso. Si bien muchos productores consideraron necesaria esta técnica y la integraron con otras de conservación disponibles, en otros casos sólo se la adoptó por su simplicidad y porque el control de malezas estaba asegurado con el uso del glifosato.

La gravedad del problema que afecta al principal recurso de la región es no sólo conocida por el productor agropecuario sino por la sociedad. Desde hace muchísimos años están disponibles un conjunto de tecnologías de manejo conservacionista del suelo. La acción individual ha demostrado no ser suficiente si faltan políticas públicas que se ocupen de la problemática de manera integral. No abordar de manera definitiva la relación productor-propietario, cuando más del 70 % de la superficie agrícola es trabajada por contratistas en un contexto de corto plazo (por medio de contratos anuales, accidentales y con montos fijos de alquileres) impide avanzar. Es como pretender cruzar el río cambiando el caballo en la mitad del mismo o ganar un campeonato cambiando el equipo en todos los partidos.

Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) Casilda.

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